fracking


Tan destructivo es el proceso de la fractura hidráulica que en el norte de España hasta Altamira puede estar en peligro, según anuncia el blog sobre energía de National Geographic, Greater Energy Blog.
La “capilla sixtina del arte paleolítico” como la consideran en el blog, no es más que una pequeña muestra de las cuevas y galerías inexploradas que se extienden más allá del territorio de la Comunidad de Cantabria. El artículo incluso menciona la creencia tradicional cántabra y astur de que la Montaña se comunica bajo la tierra. Pero lo cierto es que así puede ser a más de 1000 metros de profundidad, bajo toda la Cordillera Cantábrica, es probable que exista una red de cientos de kilómetros de cuevas y cavernas en su mayoría inexploradas.
Estudios y prospecciones geológicas realizadas hasta la fecha han revelado, también, que bajo un vasto territorio a lo largo de la cordillera cantábrica puede existir un gas que puede ser utilizado como gas ciudad. Coincidencia o no, lo cierto es que se extienden por toda la Montaña llegando hasta Campoo y las Loras de Burgos llegando hasta Álava. Este gas que puede esconderse bajo la Montaña ha hecho que florezcan como las amapolas proyectos varios para extraer este gas pero, como es sabido, hay un grave problema. Sacarlo de ahí obliga a un complejo y peligroso proceso: elfraking, que consiste en “enchufar a fresión” en la tierra unos cuantos miles de litros de agua y productos químicos toxicos que una vez llegan ahí rompen el suelo y expulsan el gas, quedándose ellos ahí. El problema puede ser más agudo en nuestra tierra por sus peculiares grutas y cavernas subterraneas.
Estaremos atentos a esta cuestión. Mientras, lee el artículo completo de Pablo Pardo para National Geographic (Internacional), traducido por RIAC…
El 31 de marzo del año pasado, en una región del norte de España en voz baja se le otorgó una concesión de tierra, denominada Arquetu, para la exploración de gas natural.
En Cantabria, al Arquetu tradicionalmente se le conoce como un viajero mitológico que lleva a un cofre lleno de monedas de oro y vive un estilo de vida muy simple. Después de haber desaparecido del folclore de Cantabria, ahora el Arquetu está de vuelta. Una vez más, es extranjera y se lleva las riquezas, pero esta vez está rodeado por la controversia.
Trofagas, que es propiedad de la petrolera BNK Petroleum con sede en California, Estados Unidos, se adjudicó la concesión de seis años de 24,876 hectáreas (61,470 acres) por el Gobierno regional de Cantabria. En el nuevo territorio Arquetu, Trofagas perforará al menos cuatro pozos en busca de gas no convencional natural mediante fracturamiento hidráulico, o “fracking.”
Con su paisaje suavemente ondulado, algunas partes de la concesión se asemejan sorprendentemente condado de Carter, en el sur de Oklahoma, donde BNK opera 22 pozos. Sin embargo, existen diferencias importantes entre los dos. La diferencia más significativa se encuentra bajo tierra. La geología de Cantabria es extremadamente complejo. Algunas áreas están atravesada por una extensa red de cuevas subterráneas que se expande en la vecina región de Asturias. Estas cuevas pueden ser más de 1.000 metros (3.000 pies) de profundidad, y toda la red, aún sin explorar, puede ser de cientos de kilómetros de largo. La gente de Cantabria y Asturias que broma, si se le cae la pintura en una cueva, el agua de algún río, o en otra cueva, se coloreará.
Esa estructura geológica apoya una serie de sitios arqueológicos de importancia crítica. Al menos cuatro cuevas decoradas del Paleolítico que han sido catalogadas como Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO en el Arquetu. Entre ellos se encuentra la mundialmente famosa Cueva de Altamira, que, en 1880, se convirtió en el primer descubrimiento del arte prehistórico, y ha sido apodado “la Capilla Sixtina del Arte Paleolítico” por la calidad y el grado de preservación de sus pinturas. Alrededor de Arquetu hay otros 13 incluidos en la lista de la UNESCO de cuevas, además de otros sitios, tales como El Sidrón, en Asturias, donde han sido descubiertos excepcionalmente bien conservados restos de Neandertal.
Además, parte de los territorios de la concesión se superponen a territorios ocupados por los osos pardos. Estos son los últimos 130 osos pardos genéticamente “españoles” (los que están en los Pirineos han sido introducidas desde Eslovenia). Ellos conviven con los últimos 500 urogallos cantábricos que quedan, una subespecie del urogallo occidental que el Fish & Wildlife Service norteamericano clasifica en peligro de extinción.
¿Podría producir daños a todos estos bienes naturales y culturales el desarrollo de la actividad de Arquetu? ¿Podría el fracking provocar sismos que podrían dañar las cuevas, como ya ha ocurrido en el Reino Unido y, más recientemente, en los Estados Unidos? ¿Podrían los caminos y pozos molestar a los osos y urogallos, o los líquidos y gases venenosos trasvasarse a algunos de los últimos ríos de España que todavía tienen importantes poblaciones de salmón Atlántico?
En junio, cuando visité las operaciones de BNK en el condado de Carter, representantes de la empresa me dijeron que están dispuestos a cambiar sus procedimientos para mejorar la seguridad en su operación Cantábrico. Sin embargo, grupos ambientalistas han solicitado al Gobierno regional para poner fin a las operaciones, y nueve municipios de Cantabria han solicitado a la misma – no sólo por el riesgo ambiental potencial, pero también porque no se les informó acerca de la concesión hasta que se informó en los medios de comunicación. El gobierno no ha respondido a las peticiones, y en diciembre de dos grupos ambientalistas impugnaron la decisión ante el tribunal.
Fuentes de la industria petrolera han admitido que las cuevas interconectadas y un sinnúmero de fuentes y manantiales subterráneos presentes en la cordillera cantábrica representan un desafío significativo para practicar la fractura hidráulica en algunas partes del norte de España.
Además, España está pasando por una crisis económica tremenda y cualquier fuente económica es bienvenida sin importar las perjuicios ambientales o arqueológicos. Hasta ahora, el gobierno español ha concedido Trofagas 1,2 millones de hectáreas (296.000 acres) para practicar el fracking en España.
El Arquetu no es el único potencial llacimiento de gas de esquisto que se está explorado en España, como se ve en este mapa. No muy lejos, al este de Arqetu en el Gran Enara, dos compañías estadounidenses – TRUE OIL, de Wyoming, y HEYCO, de Nuevo México- se han asociado con el Gobierno Vasco para explorar 13 áreas que los funcionarios dicen que contienen el gas natural no convencional suficiente para abastecer a España durante cinco años.
Algunos acusan a la oposición a fracking de ser manipulado sin darse cuenta por el lobby influyente de los importadores convencionales de gas natural, que importan gas para el consumo español de Argelia y el sentido de la amenaza de negocio de esta nueva exploración.
Al final, los viajes de este siglo 21 Arquetu llevar al campo, no los simples reflejos de una peregrinación, pero en su lugar, las preguntas complejas en las fuerzas internacionales en un mundo sediento de energía.

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